martes, 9 de febrero de 2010

Recibiendo el 2010


Después de aquellos días fantásticos en la Península de Coromandel y de un break de Navidad en familia junto a mi amigo Murdoch Ngahau (nada maori él) en Auckland, venía el último paseo del año por nuestra querida Isla Norte y la ruta sería la siguiente:


El grupo de viajeros éramos: Pamela (mi amiga de Sale St bar), Mabel (amiga de la U de Pamela), Chino (amigo de Auckland) y Steph (alemana de CouchSurfing). Partimos con un plan general que era pasar la primera noche en New Plymouth, luego otra noche en Taupo y después llegar a nuestro camping de año nuevo en Gisborne y luego de 5 noches ahí, pasar otra noche en Rotorua y de regreso a Auckland (ver el mapa anterior para entender).

A las 9am del 26 de diciembre emprendimos rumbo a New Plymouth, pero antes pasamos por las famosas Waitomo Caves, un imperdible en Nueva Zelanda. "Waitomo" proviene del maori y significa "agua que pasa por orificios". En la zona hay decenas de cuevas y por supuesto que según el precio que uno pagaba por el tur, a qué cueva te llevaban. Yo por barata, visité una de las más pequeñas y no era nada de pequeña. Lamentablemente no se podía sacar fotos. Las cuevas eran grandes, frías, húmedas y llenas de estalactitas y estalagmitas. Luego venía un recorrido en bote por la cueva llena de Glow Worms (ver entrada anterior del blog), espectáculo maravilloso, era como estar en medio de un planetario.

Salida de la Cueva

Saliendo ya de Waitomo y en dirección a New Plymouth, pasamos a descansar a un río y a meditar, jajajaja.

Oops! (no sé darla vuelta)

Y llegando a New Plymouth, vimos nuestro incentivo para visitar la ciudad, el Monte Egmont (o Taranaki en maori)


Pero antes de subir un monte de 2.500m de altura, mejor nos preparábamos con algo más básico y fácil. En plena costa de New Plymouth nos encontramos con un cerrito perfecto para ver la ciudad completa y el famoso Mar de Tasmania. Piece of cake!

Oops again!

El Taranaki desde el cerrito costero

En la ciudad y con vista al mar pasamos nuestra primera noche en New Plymouth, acampando felices de la vida.


En la mañana del 27 de diciembre guardamos la carpa y partimos al Taranaki.
Dato freak: por su parecido con el Monte Fuji, el Taranaki fue utilizado en la película El Último Samurai con Tom Cruise (gracias Wikipedia).
En la tiendita de informaciones del parque nacional, decidimos hacer la caminata más larga para los inexpertos, sólo era de unas 2 horas ida y vuelta y llegaba a los 1.500m de altura del volcán.

¿Lo lograremos? Esto era sólo el comienzo
Llevábamos alrededor de 2 horas ya de caminata y aún faltaba mucho. Los 1.500m parecían infinitos e inalcanzables. Cada 20 pasos de subir, teníamos que descansar. Nuestro estado físico era pésimo y la montaña nos ganaba. Creo que a las 2 horas y media solamente de subida, llegamos a nuestra meta propuesta. Claro que una vez estando ahí nos daban unas ganas inmensas de llegar a la cima. Pero no estábamos preparados para aquello. Empezaban a verse las nieves eternas en la cima, las nubes nos humedecían la ropa y el hambre y el cansancio nos aquejaba. Contemplamos la inmensidad por un buen rato y comenzamos el descenso. Al final todo nos tomó el doble de lo pensado y calculado por la caseta de informaciones. Pero fue un paseo inolvidable.



Debo confesar que llegamos a los 1.500m de altura, pero en auto llegamos a la caseta de informaciones que se encontraba ya a unos 900m de altura. Más penoso aún.

Con las piernas extremadamente cansadas y apenas con aliento para mucho más, Pamela se puso en contacto con su ex jefe kiwi, quien vive en la localidad de Turangi, al sur del lago Taupo (ver mapa), el más grande de Nueva Zelanda. Pame le preguntaba si podíamos acampar en el patio de su casa por esa noche y Dave (el jefe) dijo que ningún problema, que lo fuéramos a visitar.
Ya cayendo la noche, llegamos a Turangi y los 5 viajeros nos metimos a la casa de Dave. Después de mucha conversa, Dave nos dice que su muy buen amigo vecino estaba fuera de la ciudad y que le había dejado las llaves de la casa para que se la cuidara y que perfectamente podíamos pasar la noche ahí. Qué increíble. Nos llevó a la casa del vecino, nos dejó las llaves y ahí dormimos placenteramente hasta la mañana siguiente para un desayuno a las 8am junto a Dave nuevamente.

La "casita" del vecino (con vista al lago)

Una vez concluído el desayuno con Dave, rumbo a Taupo a visitar las Huka Falls, un conjunto de cascadas y rápidos que terminan en el Lago Taupo, con un caudal de unos 220 mil litros por segundo, un espectáculo bastante entretenido.


Río-rápido Waikato


Y ya saliendo de Taupo, fuimos hacia los Cráteres de la Luna, un territorio con alta actividad geotérmica, muy característico de aquella zona en la Isla Norte. Los Cráteres de la Luna específicamente cuentan con unas 36 hectáreas de terrenos calientes. Además de considerar aquellos cráteres, tiene fumarolas y piscinas de barro (las cuales uno puede ver hervir, literalmente).


On fire

Ni les cuento el olorcito a azufre que había

Luego de estas visitas culturales, debíamos ya llegar a nuestro campamento en Gisborne, donde celebraríamos el año nuevo en un festival de bandas que duraba 3 días y donde estaríamos quedándonos por 5 noches. Llegando a Gisborne, instalamos nuestra carpa a unos 40m de la playa. Al día siguiente partió la entretención del festival llamado Rhythm and Vines, debido a que el festival se celebra en un viñedo a unos 15 minutos del centro de la ciudad.

R&V (Rhythm and Vines)

Grupete año nuevo
(arriba: Mabel, Dani, yo, Matt, Rich
abajo: Pame, Chino, Edu)
¿Y dónde estaba Steph? Trabajando siempre.

En resumen esos días de festival fueron días de playa, mucho sol, música, baile y año nuevo.
La noche de año nuevo para nosotros terminó a las 8am, cuando todo en Rhythm and Vines acabó. Volviendo al camping, vimos que todos empezaron a hacer abandono del recinto, dejando atrás sus carpas, colchones inflables, bebestibles varios, comida, sillas, etc. Estos kiwis locos agarraron con suerte su ropa y volvieron cada uno a su casita apenas llegó el 2010. Así que nosotros partimos en busca de "cositas necesarias" que quedaron ahí tiradas, sin que nadie las echara de menos, jejejeje. Y de eso vivimos durante los siguientes 2 días. Cereales, leche de soya, mucha fruta en lata, galletas, chocolates, frutos secos, bebestibles varios y nuevos muebles para la casa también.

Al dejar el camping, fuimos rumbo a Rotorua, cruzando un parque nacional gigantesco y hermoso del cual no recuerdo su nombre.


Parque gigante

Y llegamos a Rotorua y acampamos al lado del lago. Rotorua, al igual que Taupo, es una ciudad rodeada de territorios ricos en termas, por lo cual debo decir que lamentablemente la ciudad estaba asquerosamente pasada a azufre. Guacala. Así y todo nos fuimos a meter al meollo del asunto a la mañana siguiente el 3 de enero: Wai-o-Tapu (en maori, "aguas sagradas"). Vasto terreno repleto de piscinas naturales calientes, en las cuales se puede apreciar un abanico de colores debido a los minerales presentes.


Con Matt


Esa misma noche volvimos a Auckland a la realidad. A buscar trabajo y seguir la rutina después de unos espléndidos días recorriendo la Isla Norte de New Zealand.
:)