Remontándonos a mayo de 2010 y luego de la casi semana en Malasia, era tiempo de aproximarnos en bus al sur, a una isla más bien pequeña, una isla que marca la diferencia con lo que es el resto del sudeste asiático. El destino era Singapur, ese peculiar país que se ha desarrollado al nivel de Japón - su país colono/invasor - y aún así manteniendo el espíritu asiático. Singapur es lo más cercano que he estado de la línea del Ecuador y realmente se siente. Su clima es parejo durante todo el año: muy caluroso y húmedo.
Luego de extensas semanas en India, Camboya, Tailandia y Malasia, Singapur era un oasis en medio del viaje. Parecía como estar en un país europeo, pero con muchos chinos e indios alrededor. La población del país consta con un gran porcentaje de inmigrantes, de hecho, el idioma oficial del país es el inglés. ¿De qué otra manera se entendería un malayo con un coreano? ¿O un japonés con un chino o un indio? Singapur da muchas oportunidades a habitantes de países cercanos para obtener visas limitadas de trabajo en esa isla que es considerada uno de los países más ricos del mundo. El desarrollo nunca nos dejó de sorprender, tomando en cuenta que estábamos entremedio de Malasia e Indonesia. El nivel y costo de vida son fácilmente comparables con los de Nueva Zelandia.
Primer experiencia isleña e impresión: el metro. Limpio, ordenado, caro y eficiente. Tal como es en un país primer mundista.
Llegamos el 7 de mayo en la noche a nuestro hospedaje: la casa de Kuniaki Tokura, un japonés de 44 años de CouchSurfing que ya conoce 96 países del mundo. Él nos recibiría en su departamento en Little India por 3 noches. Su lar quedaba en un complejo de 4 torres altísimas con una piscina gigante, sector de parrillas, minigolf, canchas de tenis, juegos para niños, etc. La puerta de su depto se activaba con una clave digital (no usaba llave). Todo muy moderno. Al momento de llegar a su casa, Kuni nos recibe con brazos abiertos. Esa noche también compartimos con una CouchSurfer alemana que pasaba su última noche en Singapur antes de partir a Australia, Steff. Esa noche conversamos bastante con Steff y Kuni acerca de los viajes. ¡Ambos habían ido a Chile! Es más, ¡Kuni conocía Punta Arenas! Y Uds. se preguntarán cómo conocí a Kuni... cuando estuve en Delhi, mi amigo Ari me recomendó a Kuni de CouchSurfing porque él lo conocía. Así que así lo contacté. Y a Ari lo contacté porque era un amigo de Ara, amigo mío australiano que recibí en Chile en 2009. Y así se va armando la red de contactos.
El primer día en Singapur fue de pasear y observar. Pasamos por el distrito financiero contemplando sus enormes rascacielos y llegamos al símbolo de la ciudad: el "Merlion", una mezcla de sirena (mermaid) y un león (lion). ¡Merlion! Y luego más edificios históricos en el distrito colonial, el City Hall, Museos, Esplanada (centro de eventos, teatro, etc). En la tarde nos juntamos con Kuni después de su trabajo - turismo con japoneses - y fuimos a Kampong Glam, un barrio que nació como barrio malayo con una hermosa arquitectura y la mezquita más importante de Singapur.
Después de eso fuimos a Esplanade y subimos a la azotea, ya de noche, donde teníamos una vista privilegiada de la ciudad. Abajo, al borde del río, había una banda de covers tocando, así que ahí nos instalamos por un rato. Comimos delicias locales (o sea, una mezcla asiática de sabores) y de vuelta a casa.
Otra cosa por la cual Singapur es muy conocido es por sus centros comerciales. Así que no quedaba otra que ir de shopping. Claro que fue más ver que comprar. Es realmente impresionante la cantidad de centros comerciales que abundan en la ciudad. Y es como si fueran temáticos. Unos de tecnología, otros de diseñadores top, y así. Con lo que no me pude contener fue con los CDs, como siempre. Debo decir que los precios eran ridículos. No lo podía dejar pasar. Todo el día disfrutando del aire acondicionado de los centros comerciales y de sus fabulosas vitrinas que invitan al consumismo. Orchard St era la calle de los mall top por excelencia, incluso había paraderos especiales de taxi y unas filas enormes llenas de gringos y sus bolsas de shopping.
Último día y antes de partir en avión hacia Bali visitamos los Botanic Gardens, hermoso y gran parque... mejor vean las fotos.
Singapur, por lo que experimenté, es un excelente país donde vivir. Todos tienen trabajo. Un buen trabajo. Los sueldos son dignos, uno logra un buen estilo de vida y todos se portan bien, ya que las sanciones son enormes y parten multando desde actos como el tirar basura a la calle hasta cometer algún delito como los que conocemos. Los policías andan encubiertos, por lo que cualquiera podría ser sorprendido en cualquier momento y multado o encarcelado sin mucho titubear. Es un país que funciona como reloj, el sistema de transporte público es perfecto, por dar un ejemplo. La comida es muy barata y deliciosa, se pueden saborear platos de todas partes de Asia y el mundo, preparados por sus propios oriundos. Es un país multicultural, un país conectado y que conecta.
Distrito Financiero y "Merlion"
kuni!
ResponderEliminarBuenísimas fotos!
ResponderEliminarque limpio y ordenado se ve, y que nice los paraderos de taxi!