Luego de una ardua semana de trabajo en Sale St, me tocaron dos días libres. Por supuesto que había que aprovecharlos al máximo, así que con mi amiga Carina (de Argentina) decidimos arrendar un auto e irnos a Piha, una playa ubicada al oeste de Auckland, a unos 45min. Partimos el lunes como a mediodía, pasamos a buscar el auto, hicimos compras en el supermercado y emprendimos rumbo a la playita.
Aquí se observa en verde todo lo que es Waitakere Ranges, lo que se podría definir como una cadena montañosa que no supera los 500m de altura y que recorre unos 25km. También pueden ver dónde está Piha:
Al rato de andar, llegamos al hostal donde íbamos a pasar la noche, Piha Beach Stay, una casa hermosa y muy acogedora. Ahí conocimos al dueño de casa, un viejito re simpático que nos recomendó nuestro primer recorrido del viaje: Kitekite Falls. Este recorrido es uno de los ¿45? recorridos que se pueden hacer por los "ranges". La entrada quedaba como a 5 min caminado desde el hostal. Al entrar al parque/cerro/bosque primera advertencia: "cuide a los árboles kauri". Al parecer, hay un tipo de hongo que los afecta y por seguridad había que limpiarse las suelas de los zapatos. Plop.
Ahí adentrándonos a las montañas, el paisaje era más o menos el siguiente:
Ya tomando más altura, Waitakere Ranges en todo su esplendor
Aquí Kitekite Fall, cascada de 40m. Loco pensar que donde parte la cascada fue a principios del Siglo XX una represa hecha de troncos kauri.
Luego de esa fantástica vista de la represa, nos acercamos a ella, cruzamos el arroyo, la piscinita y seguimos camino arriba. El camino estaba lleno de barro (nuestras zapatillas quedaron horribles) y subiendo subiendo, llegamos al comienzo de la cascada... ¡¡de 40m!!
Por supuesto que me acerqué al abismo cuidadosamente por el caminito de piedras que se ve en la foto, al lado izquierdo, pero la vista no era muy buena asomándome por la cascada, sólo se veía la primera caída, así que nos devovimos al camino. Como ven en esa foto, el sol ya estaba empezando a ocultarse y nosotras felices seguimos el camino de barro por las montañitas, hasta que se empezó a poner cada vez más oscuro (y más oscuro aún por la vegetación) y no llegábamos a ninguna parte... hasta que en un punto NO HABÍA MÁS CAMINO. Y estábamos en la mitad del cerro. Lejos de la salida. Ahí nos asustamos un poquito y aceleramos el paso para devolvernos. Después de mucha subida y avanzar a un ritmo increíblemente veloz, llegamos a una carretera cuando ya se veían las primeras estrellas de la noche. Luego, carretera abajo llegamos a casa en una hora. Pero ya estábamos a salvo.
Y aquí fue donde cenamos, pasamos la noche y tomamos desayuno:
Vista desde la terraza
El gatito del señor.
¡Durmió en mi cama!
Saliendo muy temprano del hostal, nos dirigimos a la playa, Piha. Ahí también recorrimos por más montañitas, bosques, arroyos. Aquí las fotos.
Panorámica de Piha. Ahí podemos ver el Lion Rock
Del otro lado, Taitomo Island y vista hacia el Mar de Tasmania
Yo y el Lion Rock en Piha
Casi en la punta del Lion Rock, un lugar sagrado.
Caminitos por el Maungaroa Lookout, otro recorrido por montañita.